PANICO
- CUERPOYALMA CA
- 4 may
- 2 Min. de lectura

Aquí te presento algunos de los más comunes:
Mito: Una crisis de pánico es lo mismo que un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Realidad: Si bien los síntomas pueden ser intensos y generar mucho miedo (palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, mareo), una crisis de pánico es una respuesta de ansiedad extrema y no pone en peligro la vida física de la misma manera que un evento cardiovascular. Sin embargo, es crucial descartar problemas médicos con un profesional si es la primera vez que se experimentan estos síntomas.
Mito: Las crisis de pánico ocurren sin ninguna razón aparente.
Realidad: Aunque a veces puedan sentirse repentinas e inesperadas, las crisis de pánico suelen estar desencadenadas por factores subyacentes como estrés acumulado, ansiedad generalizada, traumas pasados, cambios importantes en la vida o incluso factores genéticos y neuroquímicos. Identificar los desencadenantes personales puede ser parte del proceso terapéutico.
Mito: Las personas que tienen crisis de pánico se están volviendo locas.
Realidad: Las crisis de pánico son una manifestación de un trastorno de ansiedad, una condición de salud mental común y tratable. No son un signo de locura o debilidad mental. Buscar ayuda profesional es un acto de valentía y autocuidado.
Mito: Una vez que tienes una crisis de pánico, las tendrás para siempre.
Realidad: Con el tratamiento adecuado, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia psicodinámica y/o medicación, muchas personas logran reducir significativamente la frecuencia e intensidad de sus crisis de pánico, e incluso superarlas por completo.
Mito: La única forma de detener una crisis de pánico es tomar medicamentos.
Realidad: Si bien la medicación puede ser útil para algunas personas, especialmente en las etapas iniciales o en casos más severos, la psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, enseña estrategias efectivas para manejar los síntomas en el momento de la crisis y a largo plazo, abordando los pensamientos y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
Mito: Evitar los lugares o situaciones donde ocurrió la crisis es la mejor manera de prevenir futuras crisis.
Realidad: Esta evitación puede llevar a un círculo vicioso de miedo y limitación de la vida. La terapia se enfoca en enfrentar gradualmente esas situaciones temidas (exposición) para desconfirmar las creencias catastróficas asociadas a ellas.
Mito: Las crisis de pánico son solo "cosa de la cabeza" y se pueden superar simplemente "poniendo de tu parte".
Realidad: Las crisis de pánico tienen una base biológica, psicológica y social. Si bien la voluntad y el esfuerzo personal son importantes, a menudo se necesita el apoyo y la guía de un profesional de la salud mental para comprender y manejar eficazmente esta condición.
Mito: Si tienes una crisis de pánico en público, todos pensarán que eres débil o estás actuando.
Realidad: Aunque el miedo al juicio de los demás es comprensible, muchas personas han experimentado o conocen a alguien que ha experimentado ansiedad o crisis de pánico. La reacción de los demás puede variar, pero buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.
Es fundamental desmitificar las crisis de pánico para fomentar la comprensión, reducir el estigma y alentar a quienes las sufren a buscar el apoyo que necesitan. Si tú o alguien que conoces está experimentando crisis de pánico, recuerda que no están solos y que existen tratamientos efectivos disponibles, llamanos +582432171350 y 0412 0436880.
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