MAS BIPOLAR, ¡ SERAS TU !

Vivir con bipolaridad tipo 1 también significa lidiar con el estigma. A menudo la gente malinterpreta la condición, confundiéndola con cambios de humor comunes o viéndola como una falta de voluntad. Esto puede llevar a sentimientos de vergüenza y aislamiento, dificultando aún más la búsqueda de apoyo.

El tratamiento es una parte crucial de mi vida. La medicación ayuda a estabilizar mi estado de ánimo, aunque a veces conlleva efectos secundarios difíciles. La terapia me proporciona herramientas para entender mis patrones de pensamiento y desarrollar estrategias de afrontamiento. Sin embargo, incluso con tratamiento, los episodios pueden ocurrir, y aprender a manejarlos es un proceso continuo.

En resumen, sufrir bipolaridad tipo 1 como una mujer joven es una experiencia compleja y desafiante. Es vivir en extremos, luchar contra el estigma y trabajar constantemente para encontrar un equilibrio en un mundo que a menudo no entiende estas intensas fluctuaciones internas. Requiere resiliencia, autocompasión y un sistema de apoyo sólido para navegar por las subidas y bajadas de esta condición.